El ataúd de cristal

Vestida para la ocasión con un elegante vestido de noche, Amanda entra en la enorme y lujosa limusina que la espera frente a su casa para llevarla a la gala donde recibirá un premio a su carrera como actriz. De pronto las ventanas se tintan de negro, el celular de Amanda queda inutilizado y no puede abrir ninguna de las puertas. Y una voz, distorsionada por un filtro metálico, le pide por favor que deje de intentar romper alguna de las ventanas, será imposible, eso era lo que había previsto. Será mejor que asuma que está atrapada dentro. "De ahora en adelante, si Amanda no quiere que sucedan más cosas desagradables de las estrictamente necesarias, será mejor que durante el resto de la noche cumpla con lo que la voz le ordene.