Captors

Como víctima y sobreviviente del tráfico sexual, Alys I. Lashley soporta una existencia solitaria, desesperada y paranoica. Hambrienta, sin dinero... su sórdido casero comienza a exigir favores escabrosos a cambio del alquiler, pero ella sólo puede mantenerlo a raya por un tiempo. Entonces, un día, un abogado la visita y le revela que Alys ha sido nombrada en un testamento para heredar una misteriosa propiedad. Todo lo que debe hacer es viajar a la casa aislada en pleno invierno y reclamarla en persona. Alys se deleita con su buena suerte hasta que encuentra un misterioso DVD tirado en el suelo del sótano de la casa. Alys coloca el disco en el reproductor y ve una grabación de vídeo realizada por un asesino en serie y violador no atrapado. Él le informa a Alys que la atrajeron hasta allí. Todo, incluida la comida, está lleno de trampas explosivas. Y es posible que él todavía esté vivo.