La rebelión de los bucaneros

Las historias de piratas y capa y espada disminuyeron en las películas durante los años 70 y 80, pero esta última entrada en el género tiene algunos giros nuevos... 1. El caballero más guapo y de aspecto heroico de la película, un tal Capitán Mallory, no es el héroe, ¡es el villano! 2. La chica más hermosa de la película no es la heroína; también es una villana, una perra codiciosa e intrigante que atraerá y traicionará a cualquiera para asegurarse riqueza y posición para sí misma. 3. El hombre de aspecto bastante ordinario es un ex jefe pirata MacDonald que ha ido a Inglaterra y ha obtenido la amnistía para su banda de bucaneros, prometiendo reformarlos para que adopten formas coloniales pacíficas. Él es el héroe. Lo que sigue es una historia cautivadora de engaños y traición mientras MacDonald se enfrenta a la ruina debido a los traidores que conspiran para derrocarlo y apoderarse de la isla cuyas aguas contienen valiosas perlas. La película se ve perjudicada por efectos de bajo presupuesto (como barcos de juguete que se supone representan una secuencia de navegación), pero consigue, no obstante, generar emoción con un espíritu aventurero. La mejor secuencia es el duelo entre MacDonald y Mallory, que se extiende hasta el océano, donde ambos luchan ferozmente y se agarran el uno al otro para salvar sus vidas y no ahogarse. Sin duda, habría sido bienvenida una mayor duración de esta emocionante secuencia, que compensa bastantes defectos. En definitiva, un intento exitoso de aventuras de capa y espada de época que la mayoría de los fanáticos de los piratas disfrutarán.