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Entrevista a Julia Ducournau

Lectura de 5 min.

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Estrenada en la Semana de la Crítica de Cannes con una retahila de halagos, Grave ha dado que hablar en las últimas semanas porque en el festival de Toronto provocó algún que otro desmayo. Quedarse con la polémica implicaría, sin embargo, ser muy injustos con una cinta que supone uno de los hitos del cine de terror actual, y que representa la irrupción, rotunda, de su directora, Julia Ducournau, en el mapa cinematográfico.

La protagonista de Grave es la joven Justine, virgen, vegetariana y flamante estudiante de veterinaria. Ni el nombre, que parece evocar a la Justine del Marqués de Sade, ni las circunstancias de la chica son detalles banales. "Está en un momento especialmente vulnerable, aún no está en contacto con su cuerpo, decía Ducournau en rueda de prensa, donde habla también de la "transformación" de la protagonista, y de su voluntad como directora de "dar la vuelta a la moral de los espectadores, para que tomen conciencia del mal que se puede hacer a los demás

"Veo la piel como una superficie porosa, y me gusta poder traspasar esa superficie, abrir el cuerpo, mostrar qué hay dentro"

La película llegará a España con el título de Crudo. Los americanos le han puesto Raw. Y su nombre original es el francés Grave, que significa exactamente lo mismo que en español, aunque algunos insisten en leer "grave" a la inglesa. Ella sentencia con una sonrisa: "tiene muchos títulos, pero, sin duda, nunca se ha llamado grave en inglés, eso quiere decir sepultura, y no hay ninguna tumba en la película".

Explícanos cómo surgió la idea de Grave, esta historia de una vegetariana que se convierte en caníbal.

Quería abordar el tema del canibalismo por diversos motivos. Por un lado, me interesaba tomar el punto de vista de la caníbal, pues considero que no se ve mucho en el cine. Para mi, era un reto. Lo que quería era generar empatía hacia la protagonista, para luego mostrar algunas de sus acciones, que a primera vista pueden parecer inhumanas. Sin embargo, hay que empatizar con esta chica, me gusta que el espectador pueda tomar su punto de vista para revelar así que las líneas morales no son tan claras. Es una cuestión de equilibrio: primero se crea la empatía y luego se muestra qué es lo que hace esta chica. En este sentido, me interesaba mostrar que los caníbales no son vampiros, sino que existen. Quería revelar su faceta más humana. Por otro lado, el canibalismo tiene que ver con el cuerpo, un elemento que me interesa mucho en el plano estético. Veo la piel como una superficie porosa, y me gusta poder traspasar esa superficie, abrir el cuerpo, mostrar qué hay dentro.

Es fascinante el espacio, esa facultad de veterinaria que parece un lugar extraño, casi fantástico. ¿Cómo concebiste ese espacio? 

Rodamos en una escuela de veterinaria de verdad, que yo hice menos realista, más acorde con el personaje. Además, soy una persona que se orienta muy mal en los sitios, así que, cuando visité por primera vez esa escuela, me perdí por los distintos rincones. Cuando descubro un lugar, lo hago de manera fragmentada. Por eso filmé el lugar de esa manera. Y porque lo que me interesa, en el fondo, son los espacios mentales y no la realidad. En este sentido, la facultad donde estudia la protagonista tiene sus propias leyes, que no se corresponden necesariamente con las de la realidad.

Háblanos un poco de Justine, la protagonista. El nombre está sacado de la Justine de Sade, ¿no? Y háblanos también de Garance Marillier, la actriz que la interpreta.

Con Garance, hace seis años que trabajamos juntas. Ella protagonizó mi primer corto, Junior. Entonces ella tenía doce años, y el personaje se llamaba precisamente Justine. Me gusta mucho que haya este trasvase del corto a la película. Y, sí, el nombre se lo di por la obra de Sade, en la que se muestra también un universo cerrado, con una carga sexual, muy orgánico, en el que juegan un papel importante los fluidos, el cuerpo...

Hablando de esos fluidos. La película tiene dosis importantes de sangre. El debate de cómo representar la violencia acompaña al propio género. En Grave, la violencia es frontal. ¿Qué significaba para ti mostrar o no mostrar esa violencia?

La palabra frontal es la correcta. Sabía que estaba hablando de canibalismo, y no quería apartar la mirada en el momento de la película en que todo estallara. Además, mi manera de ver el cuerpo de la mujer es animal, tribal. No quería filmar a la mujer como un fantasma, sino como algo en bruto.

Sobre Justine, y retomando lo que comentabas antes, ¿podríamos hablar de Grave como de una película de monstruos en la que el monstruo es esencialmente humano?

Exacto. Esta era precisamente la idea que puse en el dosier para el Centre National du Cinéma, en Francia, cuando presenté el proyecto. Bien jugado.

En la rueda de prensa hablabas del significado del título, Grave

En francés, "grave" es una palabra que la gente usa mucho hoy en día y de manera muy a la ligera. Cuando quieren decir que no pasa nada, dicen "c'est pas grave". Sin embargo, sí que es grave. Me gustaba mucho ahondar en esta idea de que hay una situación que sí que es seria, que sí que es grave.

Justine se encuentra en una edad sumamente complicada: no es exactamente una adolescente, pero aun no es plenamente adulta. ¿Qué te interesaba de este momento vital?

Creo que aun es adolescente. A mi, esta edad me parece muy interesante, porque se entrevé el adulto que seremos, o que querríamos ser. Es un momento en que, por un lado, se ve que hemos heredado la moral de los padres y, por el otro, se comienza a construir nuestra propia moral, en que se verá cómo seremos con los demás. Bascula de un lado a otro. Es el momento en el que formamos nuestra propia identidad.

Para Justine, es también el momento del despertar sexual.

Si. En este sentido, tenía la necesidad de mostrarla a ella como alguien activo. Estoy harta de ver cómo, cuando se trata de sexualidad, las chicas siempre están representadas como pasivas. Me interesaba mostrar ese momento de despertar sexual, mostrar los deseos del personaje, y que aquí se viera sobre todo que ella lo vive sin avergonzarse.

En este sentido, ¿qué te parece una película como It Follows, en la que el terror también se mezcla con un retrato de la sexualidad adolescente? ¿Te influyó de alguna manera? 

La vi después de hacer Grave. Me parece una película única, con firma. Me gusta mucho porque mezcla distintos géneros, y esto es algo que valoro mucho en las películas. Sin embargo, cuando escribo un proyecto, prefiero recurrir a películas o a libros que no tengan nada que ver con lo que estoy trabajando. Supongo, en cualquier caso, que el cineasta que más me ha influido es David Cronenberg. Y también me gusta mucho el cine de David Lynch.

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