American Psycho

Estamos a finales de los años 80. Patrick Bateman, un hombre de Wall Street de veintisiete años, viaja entre una red cerrada de gente hermosa, una red cerrada en la que sólo ellos pueden dejar entrar a otros como ellos con un sentimiento de superioridad. Patrick tiene un régimen matutino rutinario para mantener su apariencia de atractivo y buena forma física. Él, como los de su red, es vanidoso, narcisista, ególatra y competitivo, y siempre tiene que superar a los demás en esa presentación de sí mismo, pero él, a diferencia de los demás, se da cuenta de que, para él mismo, todas esas son máscaras para ocultar lo que realmente hay debajo, alguien/algo inhumano por naturaleza. En otras palabras, está compuesto de una coraza parecida a la de un humano que sólo contiene codicia y asco, codicia por querer lo que otros pueden tener, y asco por aquellos que no cumplen con sus expectativas y por sí mismo por no ser el primero o el mejor. Ese asco termina manifestándose en querer librar al mundo de esas personas, no viéndolas como personas sino sólo como aquellas características de las que quiere librarse.