
Ducournau, Harron y Maura, grandes reinas del grito
10 Oct 2025
Lectura de 8 min.
El gran día ha llegado. Empieza la 58a edición del SITGES – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, el showcase mundial del cine de género, con la presencia de dos creadoras inmensas. La directora Julia Ducournau ha inaugurado con la explosiva Alpha y Carmen Maura ha protagonizado uno de los primeros títulos de la Sección Oficial a Competición: Vieja loca de Martín Mauregui.
La cita anual del mejor cine fantástico y de terror ya es una realidad, pero antes de desatar toda su fuerza, el Festival de Sitges ha abierto de par en par las puertas de la cinefilia en edad escolar. Cientos de niñas y niños de primaria han entrado en la fantasía de Arco, una película premiada en el Festival de Annecy que se proyecta en las secciones Anima’t y Sitges Collection de este año. Dirigida por el ilustrador francés Ugo Bienvenu y coproducida por Natalie Portman, esta radiante ópera prima ha desplegado su animación a todo color en el Auditorio del Meliá para contarnos un relato futurista de amistad y esperanza en un mundo afectado por el cambio climático.
Tercera vez que una directora inaugura Sitges
Julia Ducournau, una de las voces más radicales del cine contemporáneo, ganadora de la Palma de Oro en Cannes por la abrumadora Titane, ha dado el pistoletazo de salida con Alpha, su tercera película de terror, que ha impactado al público del Auditorio del Meliá en una abarrotada sesión inaugural.
Imbuida hasta cierto punto por el imaginario de David Cronenberg sobre la nueva carne y las mutaciones del cuerpo enfermo, Ducournau no ha dejado indiferente a nadie. Los cambios corporales de la joven interpretada por Mélissa Boros –a raíz de un tatuaje infectado que lleva en el brazo– ha puesto sobre la mesa cuestiones como el estigma del prejuicio ante las enfermedades de la sangre y el miedo como herramienta de control social.
Por cierto, es la tercera vez que una directora inaugura el certamen después de Mary Harron en el 2000 con American Psycho y Ana Lily Amirpour en 2021 con Mona Lisa y la luna de sangre. También es la tercera vez que Ducournau presenta película en Sitges tras la premiada Crudo y Titane; dos títulos de contundencia carnal sobre la feminidad como campo de batalla que expanden el universo sangriento, furioso y visceral de esta autora imprescindible.
“Alpha no es una película de terror. La escribí como un drama”
Por suerte para algunos, antes de empezar la gala de inauguración, los espectadores más curiosos han asistido a la charla que Julia Ducournau ha impartido esta tarde con gran éxito de asistencia. Como novedad, fan y periodista han compartido espacio –en un evento que hibrida la rueda de prensa tradicional y el encounter con talentos internacionales– para conocer de cerca su testimonio como directora y guionista.
Durante la charla, que se enmarca en el ciclo MaestrAs dedicado a creadoras de primera línea del cine fantástico y de terror, Ducournau ha destacado algunas particularidades sobre Alpha. Según ha confirmado, “el tiempo no se concibe de forma lineal”, sino como una secuencia “llena de agujeros” provocados por la fuerza de los recuerdos. “Como un triángulo de las bermudas en movimiento perpetuo entre pasado, presente y futuro”.
Asimismo, Ducournau ha confesado su atracción por la obra de Edgar Allan Poe. Obras como La máscara de la muerte roja y Sueño en un sueño se ven reflejadas en su estimulante película. “Hay algo en la melancolía de Poe y en su forma de abordar el miedo al rechazo en una sociedad de clases divididas que sigue vigente en nuestra época”. Seguidamente, la autora parisina ha demostrado fortaleza cuando se le ha preguntado por sus limitaciones asegurando que Alpha no es una película de terror. “La escribí como un drama”.
Grandes homenajes a grandes creadoras
Evidentemente, el clímax de la jornada ha llegado con la gala de inauguración. Por la alfombra roja del Hotel Meliá ha desfilado el equipo de la cinta de culto Re-Animator, integrado por el compositor Richard Band y la mítica actriz Barbara Crampton; el Jurado de la Sección Oficial Fantàstic, que conforman el productor y director Peter Chan, la supervisora de efectos especiales Laura Pedro, el director de la Academia de Cine de Argentina Hernán Findling, la directora canadiense Jovanka Vuckovic y la autora de culto Mary Harron, que durante la gala ha recibido el Premio WomanInFan en un mar de aplausos.
El aura que envuelve la figura de Harron se debe principalmente al cautivador thriller psicológico American Psycho, la famosa adaptación del best seller homónimo de Bret Easton Ellis, estrenada en Sitges 2000, ¡que ya cumple 25 años! Y es que pocas películas han logrado marcar un antes y un después de la forma en que lo ha hecho este ácido retrato sobre la decadencia yuppie de Wall Street y las miserias del arribismo corporativo. Su construcción del perturbador Patrick Bateman, interpretado por un desmelenado Christian Bale, ha dejado una huella imborrable en la historia del cine.
Esta tarde, Harron ha celebrado en el Auditorio la presencia cada vez mayor de las creadoras en la industria cinematográfica y ha recordado que, el año que American Psycho competía en Sección Oficial, no pudo venir a presentarla, porque había nacido su hijo. En cualquier caso, Sitges sigue siendo su Festival de referencia. Como bien ha señalado, “aquí no hay límites entre el humor, el terror y la fantasía”.
Por su parte, han comandado la gala el director artístico del Festival, Ángel Sala, y la directora de la Fundación, Mònica Garcia i Massagué con intervenciones de Melina Matthews y Dafnis Balduz. Asimismo, el acto ha contado con la presencia de ilustres invitados institucionales: Sr. Ernest Urtasun Domènech, Ministro de Cultura; Ilma. Sra. Aurora Carbonell i Abella, alcaldesa de Sitges; Hble. Sra. Sònia Hernández Almodóvar, consellera de Cultura de la Generalitat de Catalunya; Ilma. Sra. Raquel Sans, Vicepresidenta 1ª del Parlament de Catalunya; Sr. Ignasi Camós, Director General del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA); Sr. Albert Oliver-Rodés, Regidor de Cultura, Drets Socials i Educació de l’Ajuntament de Sitges; Sra. Judit Sans, gerente del ICEC y Sr. Francisco Vargas, Director del Àrea Audiovisual del ICEC.
Carmen Maura, Gran Premio Honorífico
Al caer la noche, la icónica Carmen Maura ha sido homenajeada entre vítores y aplausos en un acto celebrado para honrar su fecunda trayectoria como actriz. Musa indiscernible del cine contemporáneo y talento excepcional de la comedia y el drama de raíz española, la protagonista de imperdibles tan repletos de energía como Mujeres al borde de un ataque de nervios, ¡Ay, Carmela! y La comunidad ha levantado el Gran Premio Honorífico ante una platea eufórica.
Asimismo, Maura ha sorprendido en Sitges con su espeluznante interpretación en Vieja loca. La película, producida por J.A. Bayona, es el debut en solitario del director argentino Martín Mauregui, que ha encerrado al público de Sitges en una claustrofóbica vivienda con ecos de Misery. Maura encarna a una amenazante suegra que atrapa a su yerno, un angustiado Daniel Hendler, en una macabra telaraña de juegos sádicos. La actriz ha revelado en rueda de prensa que no quería dobles durante el rodaje. Ella ha sido la protagonista de las escenas que requerían mayor esfuerzo físico, como “quedar colgada de unos arneses”, pero el director ha celebrado su entrega absoluta al maquiavélico personaje que interpreta. “Hemos trabajado muchísimo”, afirmaba Maura, pero “me lo he pasado genial, como si estuviera en un parque de atracciones”.
Vieja loca, por cierto, se ha proyectado después de un estimulante thriller en formato corto dirigido por la joven zaragozana Martha Ayerbe. Señuelo narra un día de caza de un padre y su hijo a medio camino entre el terror y el humor en consonancia con la temática de este año. La propuesta, desarrollada bajo la mentoría del mismo Bayona, representa el talento emergente que la Fundación Sitges y CUPRA fomentan a través del proyecto The Dream Makers con el apoyo de la ESCAC. CUPRA refuerza así el compromiso con el cine y la innovación artística apostando por la nueva generación de cineastas españoles.
Paralelamente, ha destacado en la Sección Oficial la muy sugerente Shelby Oaks, una película desarrollada gracias al crowfunding que ha contado con el bendito apoyo de Mike Flanagan como productor. Su autor, el crítico y youtuber Chris Stuckmann, debuta en la dirección con este relato found footage sobre presencias en un pueblo abandonado con ecos a Lake Mungo que hunde sus raíces en la cultura de los vídeos paranormales que circulan por internet. Shelby Oaks, además, cuenta entre su reparto con el veterano actor estadounidense Keith David.
Aliens y espadas samurái en los primeros pases de Escorxador y Tramuntana
Por otra parte, desde las entrañas de Austin (Texas), ha llegado una propuesta de ciencia-ficción como primera proyección de la sala Escorxador. Nominada a Mejor película en la sección Noves Visions, The Infinite Husk es el debut de Aaron Silverstein, un director y compositor inspirado por el góspel y el cine negro estadounidense. De hecho, su ópera prima cuenta con una banda sonora creada por él mismo. Silverstein explica la trama de espionaje de una entidad alienígena que visita la Tierra para investigar a uno de los suyos.
Seguidamente, Escorxador ha exhibido otro estimulante debut que también está nominado en Noves Visions. Se trata de Buffet Infinity, obra del cómico Simon Glassman. Esta original comedia de terror canadiense –Mención Especial del Jurado en la última edición del Fantasia Festival– ha hipnotizado al público con el enfrentamiento entre dos restaurantes en el pueblo ficticio de Westridge, narrado a partir de cientos de horas de anuncios de televisión creados por el propio director. De repente, nos hemos visto inmersos en el punto de vista de un espectador televisivo con acceso a las texturas de lo oculto.
Y del fantástico más siniestro nos adentramos en territorio western. Si algo nos llamó la atención de Slow West, el primer largo de John Maclean proyectado en Sitges 2015, fue su forma de abordar la mítica de frontera a medio camino entre la contemplación y la extrañeza de una forma distinta a los cánones del western clásico. Ahora, Maclean ha regresado a Sitges con otro interesante ejercicio de género. Tornado, su segunda película, sigue hasta cierto punto la tradición de los relatos de venganza sangrienta para contarnos la historia de una joven japonesa (Kôki) y su padre (Takehiro Hira), dueño ambulante de un espectáculo de marionetas samurái en la Gran Bretaña de 1790, el día en que se cruzan con una banda de criminales despiadados liderada por Sugarman, un temible asesino interpretado por el gran Tim Roth.
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