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Woman In Fan

Entrevista con Eugenia Sampedro

Lectura de 7 min.

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Nacida en Mallorca en 1998, Eugenia Sampedro es una de esas voces jóvenes del cine que no paran de crecer. Formada en Realización Audiovisual en el CEF, pronto empezó a destacar: fue seleccionada en residencias como Cinema Lliure y Faber Llull, y con su primer cortometraje, Un diumenge qualsevol, no solo se estrenó como directora y guionista, sino que también cosechó premios en certámenes como Art Jove y la Mostra Out!, además de viajar por festivales internacionales de la mano de Selected Films.

Actualmente, combina varias facetas: ha estrenado su nuevo proyecto, Eixam, premiado ya en el Atlàntida Film Fest; se encarga de la subdirección ejecutiva y la programación en CineCiutat; y conduce una sección semanal de cine en IB3 Ràdio. Una cineasta todoterreno que tiene mucho que contar y que promete seguir dejando huella en la escena audiovisual.

Hola Eugenia, estamos encantadas de poder hablar contigo. Empezamos yendo al grano con tu último proyecto, Eixam. ¿Qué se siente al estrenar y enseguida ganar un premio como el de Mejor Cortometraje Sección Oficial Talent Balear en el Atlàntida Film Fest por tu último corto, Eixam?

Es una sensación bastante difícil de expresar. En el momento en que te dan la noticia aparecen un montón de pensamientos contradictorios, y supongo que es algo bastante común, sobre todo siendo mujer: tenemos esa manía de pensar que no nos merecemos todo lo bueno que nos está pasando. Aun así, sentí muchísima felicidad, y pensarlo de vez en cuando me ayuda a creer un poco más en mí misma. Además, es un festival muy importante para mí.

El título Eixam (“enjambre”) tiene mucha fuerza simbólica. ¿Cómo dialoga este concepto con la historia que cuentas?

Lejos de querer encajar con la tendencia dominante del cine actual, quise buscar una simbología visualmente potente, inspirada en la filmografía de Julio Medem. De ahí surgieron las abejas. El concepto del enjambre me resulta aterrador porque me recuerda a la famosa “manada” y, sin querer destripar la trama del cortometraje, creo que el título ya da pie a imaginar de qué va la historia —o al menos esa era mi intención.

Con este cortometraje nos introduces un concepto universal, que es el miedo, pero desde un punto de vista específico, que es el de las mujeres, y en este caso el de dos amigas que viajan a un entorno idílico pero terrorífico a partes iguales, como es Esporles. ¿Qué proceso sigues para llegar a escoger esta perspectiva como la que conducirá el proyecto? ¿Cuáles han sido tus influencias más directas?

El proceso, en realidad, es muy sencillo: buscar dentro de mí. Por desgracia, todas hemos vivido algún tipo de situación aterradora en nuestra vida, así que fue tan simple como indagar en los procesos dolorosos que nos tocan simplemente por el hecho de ser mujeres. En ese mismo sentido, mi influencia más directa siempre han sido —y serán— mis amigas; no tanto sus historias, sino pensar en qué les podría ocurrir. Para mí es complicado imaginarme en una historia que nunca he vivido, pero ponerlas a ellas en el cuadro se me hace más sencillo.

Eixam no es tu primer corto como directora y guionista, ya que en 2022 estrenaste Un diumenge qualsevol, que también fue distribuído por Selected Films y tuvo un muy buen recorrido en festivales. ¿Qué aprendizajes te dejó esa experiencia? ¿Qué diferencias ves entre la Eugenia de entonces y la de ahora?

Fue una experiencia maravillosa que recuerdo con muchísimo cariño. Un diumenge qualsevol me enseñó que esto me gustaba de verdad, y que tenía que seguir. Me emociono cada vez que hablo de esto porque, aunque suene abrupto, profesionalmente es el momento en el que más feliz he sido. Ojalá pueda repetirlo muchas veces más. Hay una diferencia clara entre ambos cortos, sobre todo a nivel narrativo. El segundo está mucho más trabajado que el primero, ya que con Un diumenge qualsevol quería experimentar, ver cómo me sentía y si tenía sentido que yo estuviera haciendo esto. En cambio, con Eixam vuelvo a ese lugar porque sé que es donde más feliz soy. Sigo siendo la misma, pero con más experiencia y, sobre todo, con más seguridad en mí misma.

A parte de guionista, productora y directora, también cumples un rol muy importante dentro del cine, pero que normalmente pasa desapercibido: eres subdirectora ejecutiva y programadora en uno de los cines más históricos y emblemáticos de Palma, el Cine Ciutat. ¿Qué nos puedes contar sobre ello? ¿Qué criterios te guían a la hora de programar cine en CineCiutat?¿Cómo influye ese rol en tu mirada como cineasta?

En líneas generales te puedo decir que es el segundo mejor trabajo de mi vida porque el primero es dirigir y escribir. Es un trabajo que me permite seguir estando muy cerca de lo que más me gusta en el mundo: el cine. CineCiutat es un cine con una línea de programación muy clara que se ha ido construyendo a lo largo de sus trece años: diversidad, nuevas audiencias, igualdad, cine independiente pero también cine más comercial (que brilla en nuestra nueva Sala 1, en 4K). CineCiutat quiere ser el punto de encuentro para la acción cultural, social y ambiental a través de la innovación, el desarrollo y la participación ciudadana. Tengo la gran suerte de poder programar el tipo de cine que más me interesa y eso es un lujo, de verdad.

En tonos generales, diríamos pues que no solo te encargas de crear cine, si no que también lo distribuyes, ya sea a través de tu sección en la radio de IB3, o con tu papel de programadora. Desde dentro de la programación, ¿cómo ves el futuro del cine independiente y el papel de las nuevas generaciones de cineastas?¿Qué te aporta comunicar sobre cine en otro formato?

Creo que el cine independiente siempre tendrá hueco sobre todo porque hay numerosos festivales y un gran público que lo sigue. Lo más importante para que esto siga así es educar la mirada del público más joven e ir a los cines que siguen apostando por este tipo de programación, como CineCiutat.

Creo que las nuevas generaciones de cineastas lo estamos haciendo bien, aunque el momento en el que vivimos es bastante complicado y eso ya no depende de nosotras: hay una sobresaturación de estrenos y de contenido brutal, por lo que es muy difícil que alguien pueda llegar a nuestras películas, como programadora también lo veo mucho, por eso en CineCiutat tenemos una línea preciosa que se llama: Descobrint Cinema d’Estrena, donde programamos todas las películas que no caben en nuestra cartelera semanal pero que merecen poder ser vistas. Es una iniciativa que yo como creadora aprecio muchísimo.

Comunicar cine, en el formato que sea, pero comunicarlo. Ser altavoz cultural es una actividad divertidísima. Si alguien me escucha y se toma una recomendación tan en serio que va al cine a ver la película: he hecho un excelente trabajo. Me encantaría atreverme a hacerlo de manera constante en mis redes sociales pero es que no me atrevo. Victor Salmerón (@cinemaexcelsiorr) lo hace de maravilla. De mayor quiero ser como él.

Aunque las estadísticas hablan de mejoras en la presencia de la mujer en la industria cinematográfica, aún queda mucho camino por hacer ¿Cómo de difícil te ha resultado abrirte paso en una industria tan complicada como el cine, en una isla como Mallorca? ¿Cómo ves el panorama actual para las jóvenes cineastas en España?

Quedarme en Mallorca y hacer cine desde aquí ha sido una muy buena decisión. Tenemos los equipos y las compañeras necesarias para poder levantar un proyecto. Es cierto que la insularidad siempre es compleja y nos trae algunos problemas, pero intento mirarlo desde el lado más inspiracional. Todo el mundo quiere venir a rodar aquí, ¿por qué nosotras querríamos irnos?

El programa WomanInFan busca visibilizar y apoyar a creadoras en el cine de género. ¿Qué significaría para ti formar parte de esta iniciativa dentro de Sitges?

Formar parte de WomanInFan sería un sueño. Me emociona especialmente la idea de poder proyectar Eixam dentro del Festival de Sitges, un espacio que siempre he admirado por su valentía y por su forma de entender el cine de género como un territorio de libertad creativa. Eixam nació precisamente de esa necesidad de explorar el miedo desde una mirada femenina, y no se me ocurre un lugar mejor para mostrarla que en un festival que celebra lo inquietante, lo simbólico y lo emocional. Además, hacerlo dentro de un programa como WomanInFan tendría un valor añadido: compartir pantalla y conversación con otras cineastas que, como yo, creemos que el terror también puede ser una herramienta para hablar de lo que nos atraviesa como mujeres. Sería un paso precioso en el camino de este corto y, sobre todo, un recordatorio de que nuestras historias también pertenecen a este género.

Y por último, ¿cómo te imaginas tu carrera dentro de diez años?

Ahora mismo estoy en el proceso de desarrollo de mi primer largometraje y estoy en búsqueda de una productora que quiera ayudarme a levantar el proyecto, me da miedo, mucho miedo, pensar en dentro de diez años, pero me gusta imaginarme con este proyecto terminado y trabajando en CineCiutat, ahí es justo donde quiero estar.

¡Muchas gracias!

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