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Woman In Fan

Macedo: actrices gemelas, músicas y productoras

Lectura de 8 min.

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Michelle y Melissa Macedo son hermanas gemelas idénticas nacidas en Pasadena, California. Michelle se graduó en Emerson College con un B.F.A. en Interpretación, y Melissa se graduó en Barnard College, Columbia University, con una licenciatura en teatro y estudios de género. Han desarrollado una carrera artística polifacética que abarca el cine, la música y el teatro.

Juntas forman el grupo musical Macedo, que ha aparecido en medios como NPR y SiriusXM, y han actuado en festivales como SXSW. También cofundaron la compañía teatral World Kin Ensemble, centrada en temas importantes como el consentimiento y la sexualidad en entornos universitarios.

En el cine, las hermanas han participado en producciones como Girlboss (Netflix), Blood Heist (2018), Confessions of a Teenage Jesus Jerk (2017) y Every Time I Die (2019). En 2025 protagonizaron la comedia de terror corporal Thinestra, dirigida por Nathan Hertz, que tuvo su estreno europeo en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.

 

Hola, chicas! Su última película, Thinestra, tuvo su estreno europeo en el Festival de Cine de Sitges. Interpretan a Penny y Penelope en una película que aborda temas muy serios como la dismorfia corporal, la cultura de la dieta y la presión que la sociedad ejerce sobre el cuerpo de las mujeres. ¿Cuáles fueron los retos y las satisfacciones de interpretar personajes tan contrastantes? ¿Cómo abordaron temas como la imagen corporal y la identidad en esta película?

Absolutamente. Muchas mujeres se han acercado a nosotras para contarnos lo acertadamente que la película retrata cómo un trastorno alimentario puede llegar a tomar el control total de tu vida. Hay tanta presión por alcanzar lo inalcanzable… La positividad tóxica también puede dificultarlo todo, porque existe la presión de amarte tal como eres, y si no lo haces, parece que has fracasado de alguna manera. Estamos muy felices de que la gente sienta que no está sola.

 

 

En entrevistas anteriores habéis dicho que esperáis que el público salga del cine siendo más amable consigo mismo después de ver la película. ¿Hubo alguna reacción que os sorprendiera o emocionara especialmente tras el estreno?

Absolutamente. Muchas mujeres se han acercado a nosotras para contarnos lo acertadamente que la película retrata cómo un trastorno alimentario puede llegar a tomar el control total de tu vida. Hay tanta presión por alcanzar lo inalcanzable… La positividad tóxica también puede dificultarlo todo, porque existe la presión de amarte tal como eres, y si no lo haces, parece que has fracasado de alguna manera. Estamos muy felices de que la gente sienta que no está sola.

 

La película también explora temas como la hermandad y la identidad. ¿Cómo influyó vuestra relación real de hermanas gemelas en la construcción de los personajes de Penny y Penelope?

Estamos muy agradecidas de habernos tenido la una a la otra durante todo este proceso. Interpretamos un solo personaje con dos iteraciones diferentes. Hemos trabajado juntas en otros proyectos y siempre es reconfortante tener una presencia de apoyo en el rodaje. Individualmente, nuestro proceso fue muy distinto. Penelope representa la vergüenza de Penny, así que Penelope consistía en explorar un hambre insaciable, mientras que Penny se centraba en esconderse y hacerse pequeña. En esencia, ambas exploramos extremos opuestos de la vergüenza.

Hicimos mucha formación y preparación para este papel. Trabajamos con una increíble entrenadora de movimiento, Erika Ackerman, que nos ayudó a descubrir la fisicalidad y las vocalizaciones de Penny y Penelope. Ambas estuvimos presentes en el set, independientemente de quién estuviera filmando ese día, para observar el arco del personaje de la otra. Como interpretamos dos caras de una misma persona, queríamos asegurarnos de que hubiera coherencia a lo largo del viaje de Penny/Penelope.

 

¿El hecho de ver la película en un festival cambió la forma en que la vivisteis?

¡Sí! Fue increíble ver el apoyo de personas que realmente aman el cine de terror. Hay un vínculo y una complicidad especial entre los fans del género. Nos sentimos especialmente arropadas por la comunidad WomanInFan. Nos emocionó ver a tantas personas interesadas en la película y nos encantó escuchar las reacciones dentro de la sala. Nos sentimos muy acogidas, y muchos de nuestros nuevos amigos vinieron a apoyarnos durante la proyección. De hecho, tuvimos que dejar a mucha gente fuera porque se habían agotado las localidades. Fue muy conmovedor ver ese tipo de apoyo. Siempre es difícil compartir una obra en la que has trabajado tan intensamente —te sientes muy vulnerable—, pero saber que estás rodeada de un público que ama el género lo hizo mucho más fácil.

 

Juntas, cofundasteis la compañía teatral World Kin Ensemble. ¿Qué os motivó a crearla y cómo ha influido en vuestro crecimiento profesional?

Siempre hemos sentido pasión por el feminismo y por las formas en que el género, la clase y la raza moldean las experiencias de las personas en el mundo. Veíamos mucha desinformación sobre el consentimiento y sobre el amplio espectro de la violencia contra las mujeres. Queríamos educar al público sobre cómo se violan los límites, tanto de formas grandes como pequeñas. Nuestra cultura está profundamente impregnada de machismo, lo que contribuye enormemente a la violencia contra todos los géneros. Al arrojar luz sobre estas actitudes culturales, sentimos que podíamos iniciar una conversación importante.

 

También hicisteis una gira con la compañía con un espectáculo cocreado junto a Shaheen Vaaz, titulado Dirty Talk, que trata temas como el consentimiento, la sexualidad y la identidad. ¿Por qué son tan importantes estos temas para vosotras como artistas? ¿Cómo decidís qué historias u obras desarrollar y llevar de gira?

Para este espectáculo entrevistamos a más de 200 personas de todos los ámbitos de la vida: profesores, activistas y víctimas. Queríamos representar una gran variedad de experiencias y orígenes. Como artistas, es importante explorar todos los ángulos de un tema complejo. Profundizamos en el tema de la intrusión sexual, que incluye desde los comentarios obscenos hasta la agresión sexual.

 

 

Además de ser actrices, también sois cantantes. ¿Cómo equilibráis vuestras carreras de interpretación con el trabajo en el grupo Macedo? ¿Encontráis inspiración entre la música y la actuación?

Equilibrar nuestras carreras de actrices con el trabajo en Macedo ha sido, sin duda, un acto creativo de malabarismo, pero para nosotras resulta muy natural. La música y la interpretación siempre se han alimentado mutuamente: ambas tratan de contar historias y expresar emociones, solo que en formas diferentes. Cuando escribimos canciones, nos basamos en el mismo sentido de personaje y narrativa que usamos en la actuación. Y cuando actuamos, la musicalidad del ritmo, el tono y la energía que hemos desarrollado con la música a menudo enriquece nuestras interpretaciones.

Hemos aprendido a dejar que una forma de arte recargue a la otra. Cuando dedicamos tiempo a hacer música, nos recuerda por qué nos gusta actuar: nos mantiene conectadas con algo personal y expresivo. Y cuando estamos inmersas en un proyecto de interpretación, esa experiencia aporta una nueva profundidad y perspectiva a la composición. Aunque equilibrar ambas cosas requiere esfuerzo, esta interconexión hace que ambos mundos se sientan vivos y creativamente estimulantes.

 

¿Cuáles han sido los mayores desafíos que habéis afrontado como mujeres latinas en el mundo de la actuación, la producción y la música? ¿Habéis notado cambios positivos en la representación y la inclusión de las mujeres en el cine en los últimos años?

Uno de los mayores desafíos que hemos afrontado como mujeres mestizas en la actuación, la producción y la música ha sido la representación —tanto en la visibilidad como en la manera en que se cuentan nuestras historias—. Durante mucho tiempo, no siempre veíamos personas que se parecieran a nosotras o que vinieran de contextos similares representadas de forma auténtica en la pantalla o dentro de la industria. Hubo momentos en los que sentíamos que teníamos que encajar en cajas predefinidas o demostrar constantemente que nuestras perspectivas merecían estar en la conversación. Eso nos empujó a tomar las riendas de nuestro propio trabajo: a crear, producir y contar los tipos de historias que reflejan la complejidad de quiénes somos realmente.

La buena noticia es que hemos visto avances significativos en los últimos años. Hay más diálogo en torno a la inclusión, y más mujeres —especialmente mujeres de orígenes diversos— están dando forma a proyectos como guionistas, directoras, productoras y compositoras. La industria está empezando, poco a poco, a reconocer que la representación no es solo una tendencia, sino una parte esencial para contar historias más ricas y verdaderas.

Para nosotras, ese cambio refuerza la importancia de seguir siendo auténticas y apoyar a otras personas que también lo hacen. Queremos formar parte de una generación de artistas que contribuya a construir un paisaje creativo más inclusivo, donde todo el mundo tenga la oportunidad de hacerse oír y compartir su historia.

 

También habéis participado en diferentes series, tanto en Netflix como en Hulu. ¿Cómo cambia vuestro enfoque interpretativo cuando trabajáis en una serie de televisión en comparación con un largometraje? En una película, todo es más condensado: ¿cómo os preparáis para la intensidad y el ritmo de una historia única?

Nos encanta trabajar en ambos formatos. Tanto si se trata de una película como de una serie, el tono es lo que guía nuestra preparación. En esencia, siempre queremos centrarnos en la historia que el proyecto quiere contar. En el cine independiente, todo es muy cercano, y se crea un ambiente casi familiar. Nos encanta tener la oportunidad de estrechar lazos con todas las personas increíbles que forman parte del rodaje.

 

Y por último, mirando hacia el futuro, ¿qué tipo de legado os gustaría dejar como artistas en el cine, el teatro y la música?

Wow, qué buena pregunta. Como artistas que trabajamos entre el cine, el teatro y la música, el legado que nos gustaría dejar es uno de autenticidad, conexión e impacto. Queremos que nuestro trabajo recuerde a la gente la humanidad que todos compartimos, que haga que el público se sienta visto, interpelado e inspirado. Ya sea a través de una actuación, una historia o una canción, esperamos crear obras que generen diálogo y dejen una huella emocional que perdure más allá del momento de experimentarlas.

También queremos contribuir a construir un entorno creativo más inclusivo, abriendo puertas a voces poco representadas y ayudando a redefinir qué historias se cuentan y quién puede contarlas. Si dentro de unos años alguien se siente con el valor de expresarse porque vio nuestro trabajo o nuestro recorrido, ese sería el legado del que nos sentiríamos más orgullosas.

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