Ocho recomendaciones de género (y) queer, con orgullo
Cada día, pero especialmente cada 28 de junio, celebramos el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, una fecha para visibilizar, reivindicar y, por qué no, también disfrutar del cine que ama sin etiquetas. En Sitges, donde el género es nuestra casa, siempre hemos celebrado aquello que incomoda, que se sale de la norma, que se atreve a ser diferente. Y eso encaja perfectamente con las historias queer, que a menudo encuentran en el terror, la ciencia ficción y la fantasía un espacio ideal para soltarse y transformarlo todo.
Por eso, aprovechando la ocasión, compartimos ocho películas con temática LGTBIQ+ que han pasado por nuestro festival y que, de una forma u otra, nos han removido por dentro. Preparad palomitas, pero también preparaos para repensarlo todo: la identidad, el cuerpo, el amor y el miedo.
1. Thelma (Joachim Trier, 2017)
Una historia sobre el despertar del dese con poderes sobrenaturales de por medio. Thelma es delicada e inquietante, como un sueño raro que te deja dándole vueltas. La protagonista intenta entender lo que le pasa, atrapada entre su sexualidad emergente y una educación religiosa que la asfixia. Una explosión emocional (y literal) que convierte la represión en una fuerza devastadora.
2. Knife+Heart / Un couteau dans le cœur (Yann Gonzalez, 2018)
Plumas, sangre, sexo y giallo. Yann Gonzalez rinde homenaje al cine porno gay de los 70 con esta historia de crímenes y corazones rotos. Vanessa Paradis brilla como productora queer atrapada en una espiral de deseo y violencia. Una película con mucho corazón, mucho queer y mucho glamour oscuro.
3. Saint-Narcisse (Bruce LaBruce, 2020)
Bruce LaBruce hace lo que mejor sabe hacer: provocar, cuestionar y divertirse. Aquí nos habla de un joven que se enamora de su propio doble. Con dosis de incesto simbólico, crítica religiosa y mucha ironía, Saint-Narcisse es una sátira provocadora que convierte el autoconocimiento en una experiencia literalmente perturbadora.
4. Titane (Julia Ducournau, 2021)
Ganadora de la Palma de Oro e imposible de olvidar. Titane es salvaje, hermosa e inclasificable. Habla de género, de mutación, de la violencia del cuerpo y también de la ternura más inesperada. Una película que se desnuda por completo para reivindicar el derecho a reinventarse. Radicalmente queer, radicalmente única.
5. Darlin’ (Pollyanna McIntosh, 2019)
Una historia de “reeducación” forzada que no escatima en crítica ni en sangre. Darlin’ sigue a una chica feroz y libre atrapada por una institución religiosa que quiere “normalizarla”. Pero no es fácil domesticar la diferencia. Una película valiente que denuncia cómo muchas veces se intenta controlar lo que no encaja en los cánones, especialmente cuando habita cuerpos femeninos o disidentes.
6. Rabid (Jen y Sylvia Soska, 2019)
Las hermanas Soska revisitan a Cronenberg con mirada feminista y enfoque queer. El resultado es una historia de transformación donde el terror corporal se convierte en una poderosa metáfora sobre identidad, estética y presión social. Rabid es para cualquiera que alguna vez se haya sentido extrañe en su propia piel. Oscura, punzante y muy necesaria.
7. After Blue (Bertrand Mandico, 2021)
Imaginad un planeta habitado solo por mujeres, donde la arena brilla, el pelo flota y el deseo lo empapa todo. Eso es After Blue: una odisea queer de estética psicodélica y un corazón punk. Mandico crea un mundo donde el género se diluye, lo extraño florece y cada imagen parece una obra de arte mutante. No es una peli para mirar, es una peli para perderse.
8. Neptune Frost (Anisia Uzeyman, Saul Williams, 2021)
Una revolución afrofuturista cantada en verso libre. Neptune Frost es una ópera tecno-poética donde los márgenes se convierten en centro. Con una estética brutal y una apuesta valiente por la diversidad, la película nos invita a imaginar un mundo donde la disidencia es fuerza creativa. Para quienes buscan un cine que late diferente y hace bailar las neuronas.